Hidalgo Sport. Record.- Roger Federer se miró en el mismo espejo que hace 23 años cuando jugó como juvenil en el Club Casablanca. Pero esta vez, cuando todo parecía perdido, logró remontar a Alexander Zverev para adjudicarse una victoria que lo reconcilió con México.
El suizo de 38 años se impuso por parciales de 3-6, 6-4 y 6-2 para sacarse una vieja espina que tenía clavada desde que en 1996 fuera echado del Abierto Juvenil Mexicano por el alemán Sebastien Aickle.
Pero en esta ocasión todo fue diferente. Las luces se apagaron y la gente comenzó a corear su nombre.
“¡Roger, Roger!”, rugieron al unísono más de 41 mil almas, que rompieron el récord de asistencia para un partido de tenis impuesto en Bruselas en 2010, con tal de ver el apoteósico regresó de ‘Su Majestad’.
Aires de modernidad se respiraron en La México, cuyo maltratado inmobiliario contrastó con la modernidad de la cancha desmontable, colocada sobre la tierra blanda del ruedo que desde el 6 de febrero de 1946 ha visto desfilar a los más importantes toreros de la historia.
El inexorable paso del tiempo cobró factura al inmueble incrustado en la Ciudad de los Deportes, como no lo ha hecho con Federer, un hombre que desafía todas las leyes de la física para mantenerse como uno de los mejores tenistas del planeta a pesar de su longevidad.
Pero a pesar de la vigencia de Roger, los 16 años de diferencia con Zverev, su rival en turno y llamado a ser uno de los herederos de su trono en el Olimpo, parecían pesarle tanto como los 2 mil 250 metros de altura de la CDMX.
En el quinto game del primer set, Sascha rescató tres gamepoints para quebrar el saque del suizo. Hazaña que replicó en el noveno juego para quedarse con la manga.
Fue entonces que Federer reaccionó. En el segundo game del siguiente episodio, un slide paralelo de ‘Su Majestad’ hizo cimbrar a La México, emparejó los cartones y le rompió un quiebre que, sin embargo, le devolvió de inmediato en el siguiente juego.
En el noveno game, Roger rompió el saque de Sascha y lo conservó al siguiente para obligar a un tercer y definitorio set tras imponerse 6-4.
Federer tomó ritmo y hasta tiempo se dio de mostrar su revés a una mano en el tercer juego de la última manga. Ese tiro que bien podría ser patrimonio de la humanidad.
Mientras Zverev se tocaba la parte interior del brazo derecho, Federer aprovechó para propinarle otro break, que marcó el destino de su inminente victoria.
“Pasé 23 años sin venir a México y qué error cometí”, dijo Federer al término del partido ante Sascha.