Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- Pese a las carencia que tuvo tanto en recursos, como en fogueo requerido para llegar a los Juegos Panamericanos Lima 2019, la preparación y mentalidad de Alejandra Romero, se convierten en sus principales aliados para colgarse una medalla en esta justa, sin dejar de mencionar que su actuación va dedicada a su sobrino, recién nacido.
Con esa idea, Ale partió ayer la tarde a Lima, con la selección mexicana de luchas asociadas, con la ilusión de hacer efectivo el trabajo al que se ha sometido durante varios meses, tratando de alcanzar su máximo nivel.
Entre su actividad destaca su participación en el Mundial senior, en enero, y su última competencia en la Sub 23, después de llegar a los 13 años al CNAR, donde ha hecho una carrera digna de admirar, con los sacrificios necesarios para lograr su objetivo.
Asimismo, su reciente participación en el Sassari City Matteo Pellicone Memorial, correspondiente al tercer serial de rankings de la United World Wrestling (UWW), donde se levantó con los máximos honores.
Sin embargo, el orgullo de Tulancingo siempre mostró su optimismo y su confianza en su preparación, que tratará de hacer efectivo frente a rivales de gran renombre, principalmente de Cuba.
SU SOBRINO, OTRA MOTIVACION
Otro motivo importante para ir por un metal, es el reciente nacimiento su sobrino. “Esta competencia va por Andre Tamayo Romero, su sobrino y mirando hacia adelante, no va a parar su preparación y seguirá muy duro para clasificar a Tokio 2020”, fueron las palabras de su mamá de Ale, Esperanza Bonilla.