Hidalgo Sport. Marca.- En el fútbol no hay tiempo. Pero la destitución de Pako Ayestarán en Pachuca no deja de sorprender, al producirse en la jornada 3 del Clausura 2019, con una victoria y dos derrotas (ante América y Monterrey). La directiva de los Tuzos decidió prescindir del español, tras la derrota en el Azteca ante el América, actual campeón.
No tuvieron en cuenta que Pachuca sumaba una victoria y que todavía quedaban 14 jornadas por delante para intentar cumplir el objetivo de calificar para la Liguilla, uno de los retos marcados para Ayestarán cuando se hizo cargo del conjunto hidalguense.
El otro desafío lo cumplió con creces. Hablamos de la promoción de los jóvenes futbolistas de Pachuca, que tuvieron la confianza necesaria para crecer mucho en el anterior Apertura. Alexis Peña (en Necaxa en la actualidad), Miguel Tapias o José Padilla les deben mucho al español.
Otros como Víctor Guzmán (en la imagen de abajo) seguro que también. La próxima joya de la bella airosa en salir a Europa seguramente, adquirió una profesionalidad importante que le vendrá bien cuando tenga que dar el salto.Hay que recordar que en el anterior torneo, Pachuca se quedó sin Erick Gutiérrez, su mejor jugador, por salir al PSV.
A pesar de esa pérdida, el equipo de Ayestarán compitió hasta el final teniendo opciones en la última jornada de entrar entre los ocho primeros aunque finalmente no pudo lograrlo. Además, alcanzó las semifinales de la Copa MX en la que cayó por penales.
Sin embargo, hay un dato que llama especialmente la atención. Pachuca llevaba 12 partidos sin perder en casa, desde el pasado mes de agosto, la segunda mejor racha local en México. Antes del Clausura 2019, Pako pidió un par de retoques para dar el salto y estar más cerca de los grandes.
Llegaron Cardona, Dávila y Sosa que todavía no estaban siendo indiscutibles. Quizás eso pudo desencadenar la decisión de la destitución, ante la presión de que contase más con las nuevas inversiones del club.
Pako Ayestarán se marcha algo dolido, pero con la idea de haber hecho un buen trabajo a pesar de que no le dejaron terminar su obra.