Hidalgo Sport. Marca.- Rafael Nadal estará, como casi todos los domingos, en una final. Lo que pasa es que esta vez, como cada primera semana de junio, es más especial que las demás, porque jugará por el título de Roland Garros, el ‘Grand Slam’ que tiene repetido diez veces en su palmarés y por el que la organización le otorgó la pasada campaña una copia a tamaño real de la Copa de los Mosqueteros.
Del Potro, que a los 20 minutos ya pedía la presencia del fisioterapeuta del torneo para evaluar sus molestias a la altura de la cadera y tomar un antiinflamatorio, tuvo las seis primeras pelotas de ‘break’. No aprovechó ninguna. Mejor dicho, Nadal las salvó todas, una a una, sin piedad.
El balear disfrutó de la primera opción de rotura en el décimo juego de la manga inicial. Fue con 5-4 y 15-40. Rafa malgastó la primera con un globo largo pero un revés a la red de su rival le facilitó el trabajo para adelantarse en el marcador. ‘Delpo’ maldecía todo en la pista mientras se retiraba a sus aposentos.
Los pisteros regaban la tierra de la Philippe Chatrier mientras el argentino se preguntaba qué había hecho mal para merecer tal castigo. Estaba obligado a remontarle a Nadal en un partido al mejor de cinco sets. Y su físico no está para eso.
El sol volvía a lucir en la capital francesa. El campeón de 16 grandes se congratulaba de ello. Sus efectos se multiplican cuando eso pasa y su bola bota más alta. Aunque delante estaba un gigante de 1.98 metros. Nadie había ganado a Nadal en París después de que éste se apuntara el primer asalto. Sus cifras impresionan a cualquiera: 85 partidos ganados por dos perdidos.
Del Potro tenía que hacer sus tiros muy arriba para aprovechar su fuerza gracias a sus enormes palancas. Cada vez que el balear lograba mover de lado a lado a su adversario llegaba una caña por su parte. El termómetro del tenis de Rafa suele medirse en su acierto con el segundo saque. Sumaba un 63 por ciento de efectividad al empezar la segunda manga.
El número 1 mundial estaba muy lejos de la línea blanca pero le daba igual porque acudía presto a todas las defensas. El rostro de ‘Delpo’ era de fatiga por ver que tenía un muro infranqueable. En un abrir y cerrar de ojos, el tanteo se disparó hasta el 4-0. El tenista de Tandil sabía que estaba ante una misión imposible. Nadal no es Marin Cilic. La estadística de Juan Martín en puntos de ‘break’ era de 0/7.
Rafa olía la sangre y fue a por la presa. Estaba al caer su primer rosco en la presente edición del Abierto. Lo evitó el argentino al mantener su saque. Poco más pudo hacer para evitar el tanteo final de 6-4, 6-1 y 6-2.
Sólo en 2012, ante David Ferrer 85), y en 2014 ante Andy Murray 86), había perdido menos juegos en una penúltima ronda de ‘Grand Slam’.
Otra vez Thiem
En su vigésimo cuarta gran final, undécima en los Internacionales de Francia, se topará con Dominic Thiem, el que fue el año pasado su único verdugo en la gira europea de polvo de ladrillo y el que ha sido el único verdugo esta campaña en cancha lenta con su triunfo en los cuartos del Mutua Madrid Open.
Se han medido en nueve ocasiones, con el español dominando los precedentes por seis victorias a tres.