
Hidalgo Sport. Un día como hoy, pero de 1998, Pachuca volvía por cuarta vez a la primera división; sin embargo, aquella fue la definitiva, pues a dos décadas de aquel logro al día de hoy, luce como un equipo consolidado en la Liga MX.
Luego de un vaivén entre Primera División y la entonces llamada Primera A – hoy Ascenso MX- los Tuzos, dirigidos por Andrés Fassi, disputaron la final de ascenso de la temporada 1997-1998 ante los Tigrillo de la UANL, campeones del torneo Verano 1998.
Los hidalguenses alcanzaron el medio boleto al máximo circuito seis meses antes, en el Invierno 1997, tras vencer a la final a la Real Sociedad de Zacatecas, con marcador global de 2-1.
El Pachuca avanzó a la liguilla del siguiente torneo, y pudo haber sellado su contraseña sin disputar la final de ascenso; sin embargo, cayó en los cuartos de final ante los felinos, rival al que cobraron revancha semanas después.
La final de ida se disputó el 14 de mayo en el estadio Universitario, donde los Tuzos regresaron con un empate a dos goles; por la visita marcaron el brasileño Antunez Nunes y el uruguayo Carlos María Morales, en tanto, Valtencir Gomes y David Oliva lo hicieron por los norteños.
La vuelta se disputó el 17 de mayo en la Bella Airosa, donde Marco Antonio de Almeida y Cesáreo Victorino, la primera joya de la cantera tuza, marcaron los tantos definitivos para que el equipo volviera a primera división.
El resto de los héroes fueron Ignacio Palau, en la portería; Alberto Rodríguez, Adao Martínez, Ricardo Morena, Efraín Herrera y Rodrigo Fernández, en defensa; Octavio Valdez, José y Enrique García, en el medio campo; mientras, el Tanque uruguayo completó la delantera.
Aquella tarde, miles de personas se congregaron el Reloj para festejar el ascenso del Pachuca, alegría que se extendió hasta altas horas de la noche.
Año y medio después, la afición vio a su equipo por primera vez campeón de liga, en el Invierno 1999, hecho que se repetiría en el Invierno 2001, Apertura 2003, Clausura 2006, Clausura 2007 y Clausura 2016.
Hoy, nuevamente el fantasma del descenso ronda lejos de la madriguera tuza, a excepción de hace un par de torneos, cuando descendió puesto en la porcentual, aunque no con la presión que antes se vivía.