Hidalgo Sport. Alejandro Velázquez.- La fiesta y ambiente intenso no faltó en el estadio Hidalgo, que por tercera ocasión albergó el clásico de futbol americano entre el IPN y la UNAM; sin embargo, diversos factores impidieron que el partido fuera redondo.
Primero, el estadio no registró la entrada esperadas, pues no alcanzaron los 10 mil espectadores que tenían previstos, quienes, probablemente, se espantaron por la condiciones climatológicas de las últimas horas en la entidad.
También la poca y repentina difusión del partido, que apenas el domingo pasado se dio a conocer que se llevaría a cabo en Pachuca; esto, aunado al incidente en la carretera México-Pachuca, donde fueron retenidas las porras de ambas instituciones por un conato de bronca.
No obstante, aunque fueron pocos asistentes, hicieron retumbar las gradas con los huelum y los goya, gritos de guerra característicos del IPN y Pumas, respectivamente, aunque hubo mayor afición de estos últimos, pese a que los primeros fueron locales.
En el emparrillado las acciones se desarrollaron con intensidad en los primeros cuartos; sin embargo, para la segunda mitad los politécnicos se cayeron, por lo que tendrán que esperan un torneo más para vencer a la UNAM.
Finalmente, en las gradas también se pudo apreciar a jóvenes con los jersey de Gatos Salvajes, de Tizayuca, Oseznos, de Actopan, y Garzas, de la UAEH, tres de los 40 equipos hidalguenses de futbol americano que hay en la entidad.