Francisco Lozada.-Aunque en el Instituto Hidalguense del Deporte se viene realizando el trabajo normal de escritorio y los entrenadores cumplen con sus entrenamientos rutinarios en el Centro Estatal de Alto Rendimiento, hay detalles pendientes, de gran importancia que requieren la presencia de una cabeza.
Entre algunos programas que han quedado al garete, están las ligas municipales, que se instalaron sin el mínimo control, para darle un seguimiento que se refleje en resultados favorables, con su presencia en eventos estatales.
También quedaron pendientes de acuerdo al anterior director, la coordinación entre los organizadores de los Juegos Escolares, a nivel primaria y secundaria, con el Instituto Hidalguense del Deporte, para darle seguimiento a los atletas más destacados.
El control o reglamentar las carreras atléticas “altruistas” de calle, que organizan cualquier agrupación en “apoyo a X institución”, con cobros de 100 a 200 pesos por inscripción y que jamás entregan con cuentas claras a los “beneficiados”.
Este fue un tema expuesto abiertamente por el anterior director, que quiso reglamentar como se hace en la Ciudad de México y en otros estados, porque se ha convertido en un negocio redondo de agrupaciones, que lamentablemente siguen contando con el apoyo del mismo InHiDe.
También existen otros pendientes, como es la inauguración de la alberca olímpica, ubicada en la Unidad Deportiva La Plata, administrada por la Universidad Politécnica de Pachuca y que se mantiene sin dar servicio, aun cuando ya está lista para ponerse a funcionar.
El funcionamiento de las escuelas deportivas, dependientes del Centro Estatal de Alto Rendimiento, el de las canchas de tenis, de futbol rápido, de racquetbol y squashs, han quedado en el olvido.
Así como estos casos, hay muchos más que requieren urgentemente del nombramiento del nuevo titular del deporte en Hidalgo, porque se mantienen detenidos, sin que haya una cabeza para darles continuidad. Y la pregunta es ¿hasta cuándo?.
