Hidalgo Sport. ESPN.- María del Rosario Espinoza no tiene par, nunca una mexicana había logrado tantas medallas olímpicas como ella y aún menos en una disciplina que apenas permite disputar una presea por contienda.
La nacida en Guasave es dominante por donde se vea; su jerarquía internacional la llevó al número uno del mundo previo a Río de Janeiro y reforzó un legado que arrancó en Beijing 2008.
En toda la historia del deporte mexicano, ninguna mujer se había convertido en triple medallista. En el camino quedó Paola Espinosa con su doble presea, y desde antes eclipsó las triunfales historias de otras grandes atletas.
Sólo existe un hombre con más metales que ella en Juegos Olímpicos: Joaquín Capilla, ganador de cuatro medallas entre 1948 y 1956. En el segundo puesto general, aparece empatada con Humberto Mariles, quien logró tres podios hace más de 60 años en el deporte ecuestre.
Cuando tenía apenas 20 años, la taekwondoín nacional alcanzó la gloria olímpica en suelo asiático; no necesitó escalas rumbo al éxito, y la medalla de oro llegó cuando apenas acariciaba la adultez.
Cuatro años después rescató el podio en Londres. Tras caer en su busca del Bicampeonato accedió al combate por el tercer lugar, y dejó nueva constancia de su valentía para colgarse el bronce.
En plena madurez, a los 28 años, acudió a Río de Janeiro con el único objetivo de alcanzar la gloria por la que tanto ha trabajado, y de paso, la inmortalidad que hoy acaricia.