Hidalgo Sport. Agencias.- Misael Rodríguez quiso más, pero el uzbeko Bektemir Melikuziev le puso el alto al sueño mexicano.
Un certero golpe en el primer round descontroló las aspiraciones del chihuahuense, quien tuvo más empeño que precisión.
La esperanza de medalla de oro o plata se esfumó. Los jueces determinaron que Bektemir dominó los tres rounds y obtuvo la victoria en forma unánime.
Misael buscó la pelea, fue al frente, pero la velocidad y los golpes rectos del adversario impidieron que el mexicano tuviera las tarjetas a su favor.
El Pabellón de combates de Riocentro fue una locura. Una mar de sentimientos que comenzó a silenciarse conforme avanzaron los tres primeros rounds.
Mientras la gente coreaba el “México… México.. México…”, los puñetazos del uzbeko hicieron bajar el volumen a los gritos.
La gente sabía que la victoria comenzaba a alejarse porque el deseo lo trajo Misael, pero la contundencia en los puños la poseía Bektemir, quien supo meter los guantes en los momentos clave y moverse aceleradamente para cansar al connacional.
Las tarjetas no se equivocaron. 30-27, 30-27 y 29-28 marcaron el destino de Misael, quien incluso se vio cansado ya al final de los tres rounds.
Rodríguez buscó rectos para dañar al rival, pero mientras uno buscaba el rostro de Bektemir, este ya había conectado dos.
Los rounds fueron casi una calca. El último asalto, el uzbekjo determinó ponerle más veneno a Misael. La movilidad comenzó hacer más mella en Misael que estaba físicamente acabado.
Se le complicó mucho seguirlo y cortarle la distancia, por lo que los embates fueron desminuyendo hasta que tocó la campana.
Había finalizado el sueño del púgil mexicano. “Me morí hasta el final. Toca descansar y pensar en lo que viene”, dijo apenas bajó del ring.
Ahora Misael será premiado con lo que pudiera ser la única presea de México en los Juegos Olímpicos de Brasil.