Hidalgo Sport. OEM-Informex.- Se acabó la esperanza de una medalla.
El clavadista Rommel Pacheco perdió en el trampolín y dijo adiós a sus terceros Juegos Olímpicos.
No se explica la derrota cuando en la preliminar quedó en segundo lugar.
Pero Rommel apareció nervioso, era otro, y así fue sucumbiendo ante sus rivales.
Inició mal su ruta hacia la búsqueda de la medalla olímpica. Y después no existió el milagro. Falló el primero y segundo clavado.
Una maldición el 3.4 grados de dificultad, el cual tiró nervioso. Incluso a punto de golpearse en el trampolín. Remontó en el tercero, pero el cuarto no alcanzó buen puntaje. En el quinto de 3.5 logró 84.00, perdiéndose alguna posibilidad. Cerró el último clavado con 3.8, 96.90, para un total de 451.20.
Los nervios y desolación se notaba en los mexicanos que esperaban un milagro para alcanzar otra medalla olímpica.
Hasta la llovizna se detuvo para ver competir a Rommel en sus terceros Juegos Olímpicos. Pero nada fue posible ante los mejores clavadistas del mundo.
Las competencias se llevaron a cabo en el Centro Acuático María Lenk que tuvo un excelente lleno, con doce países participantes.
La preliminar de 488.25 se convirtió en solamente una ilusión. Ahora quedaba en el lugar 11.
En la parte de la final se descontroló, no supo aprovechar esa gran oportunidad de consagrarse ante los dioses del Olimpo, en ese mismo lugar donde hace unos meses se convirtió en campeón mundial.
Ahora la historia fue otra. No hubo coordinación en sus clavados. Poco a poco el trampolín se fue haciendo extenso, pesado, hasta que se murió el sueño.
En esta final compitieron once. Pero solo los mejores lograron su objetivo.