Esperan cuerpo de hidalguense muerto en Orlando

Hidalgo Sport. José Antonio.- Consternados por la incertidumbre de no saber exactamente cuándo llegará el cadáver de su hijo muerto en el tiroteo del bar “Pulse” de la ciudad de Orlando, Florida; Estados Unidos, esperan pacientes los familiares del migrante mexicano Juan Chávez Martínez.
Entre semiáridos parajes que rodean a la comunidad de Maxthe del municipio de Huichapan, a unos 140 kilómetros al norpoiente de la capital hidalguense donde apenas viven unos 800 habitantes, congoja y calor abrazan a Enrique Chávez y Aurelia Martínez quienes son padres de la víctima:
“Juan era el hijo menor de nueve hermanos de la familia. El duelo es más difícil porque no se sabe exactamente cuándo llegará el cuerpo por tantos trámites, para ser sepultado en su pueblo natal”, en esa región de Hidalgo.
Desde los 16 años Juan Chávez Martínez y apenas concluyendo la secundaria dejó el Maxthe que se ubica dentro de la media estatal como expulsor de migrantes, en busca de lograr cumplir el sueño americano por lo que se trasladó a Orlando Florida donde por nueve años se desempeñó como jefe de servicios de un hotel en calidad migratoria de indocumentado.
A los padres del infortunado joven les sobreviven ocho hijos, dos de ellas mujeres y 17 nietos y su angustia se fundamenta también por otro motivo:
Al ser soltero Juan era el sostén total de sus progenitores cuyas vidas transcurren dedicadas a la actividad agrícola.
En el interior de su casa el ambiente que se describe es muy triste pues un altar se ilumina por la incandescencia de veladoras todo el tiempo encendidas, frente a improvisado álbum familiar donde destaca la fotografía del joven abatido en el ataque al bar que el fin de semana anterior dejó por lo menos otras 49 personas abatidas a tiros.
En el Maxthe que se asienta a unos diez kilómetros de la cabecera municipal de Huichapan prevalecen condiciones económicas de marginación, ofreciendo a sus pobladores sólo servicios básicos educativos y ninguna opción por generación de empleos.
“Debido a las condiciones de inseguridad y a las rigurosas medidas migratorias impuestas por el gobierno de Estados Unidos, Juan jamás había regresado a su patria pero telefónicamente mantenía comunicación con su familia”, afirmaron sus padres Enrique Chávez y Aurelia Martínez de 65 años de edad.
Ahora y luego de acudir a la Oficina de Atención al Migrante Hidalguense en el Extranjero a encargo de Juan de Dios Hernández Chávez, la acongojada familia se les ha informado que los trámites correspondientes para la repatriación del cuerpo tardarán entre ocho y diez días hábiles.
Esto luego de que se tramite y entregue el certificado del médico forense, el certificado de embalsamamiento, documentación y apostilla que era mexicano.
El Gobierno hidalguense ofreció su apoyo por vía de la Secretaría de Desarrollo Social que ya sostuvo un encuentro en el seno del hogar que resultó afectado por la pérdida de su familiar.