Hidalgo Sport. Medio Tiempo.- El equilibrio está muy lejos. A dos jornadas de iniciar el Apertura 2015 la presión para Ignacio Ambriz como DT del América comienza a subir al mismo tiempo que las dudas que dejan los propios jugadores con sendos errores para provocar el 1-3 ante el Atlas de Gustavo Matosas que tuvo un agradable regreso a la que fue su casa.
Y es que sumado a la pobre exhibición de la zaga, en específico de Alvarado, la delantera tampoco está fina, pues Oribe Peralta no terminó de acomodarse para definir y, más allá de su gol, Benedetto dejó ir tres opciones a quemarropa que echó por encima de la portería.
Hoy los errores no fueron del estratega que cargará con la presión. Las claras fallas del “Pipa” y el error de, quizás el jugador que más caro le ha salido al América más allá de lo que pagó por él, fueron pilares para consumar la derrota azulcrema.
Y es que cuando parecía que América encontraba la forma de meter al Atlas en su marco y acercarse al empate con la entrada de Sambueza y Arroyo, Darwin Quintero cometió una falta artera en media cancha que le valió irse expulsado y entre los abucheos de la afición.
Mientras América tuvo más de 10 disparos a gol en el primer tiempo, al Atlas solo le bastó decidirse, triangular de buena forma y un disparo de Franco Arizala para abrir el marcador al minuto 23 ante un Ventura Alvarado y Pablo Aguilar que solo miraron.
Las Águilas tuvieron reacción, la primera llegó con Benedetto que la puso en la tribuna solo frente a Pinto y la segunda no la pudo fallar tras un centro de Mares que Peralta desvió y dejo para que el argentino solo empujara el esférico antes del medio tiempo.
Poco duró el sabor del empate pues no había transcurrido ni un minuto del complemento cuando Tabó centro raso en el área del América y Ventura Alvarado mandó la pelota al fondo de su propia portería. Lo dicho, hoy el DT no tuvo los errores.
Las fallas de Benedetto vinieron entonces, el error de Quintero lo siguió y Alvarado coronó la pésima tarde con otra falla en un rechace que dejó la pelota servida para que Arizala marcara el doblete y pusiera cifras definitivas.