Primeros Vuelos, “Cóndor” Sangre Colombiana

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NormalHidalgo Sport. Cortesía: Arturo Armas. Primeras de tres partes.- El estar lejos de casa suele causar nostalgia. Es quizá por eso que he decidido abrir la cajita de los trofeos –estaba por escribir “baúl de los recuerdos” pero es too mainstream, muy ordinario para un lugar que guarda recuerdos extraordinarios-. Allí viven aquellas cosas que describen quién eres, cómo ves la vida, a quiénes admiras, etc. Tras un desfile de carritos, cartas y álbumes de estampitas, encuentro una playera roja que se acompaña de un short negro. No es ropa cualquiera, envuelve sentimientos que evocan el pasado, personas que ya no están. Al frente publicidad y el escudo del Pachuca; atrás publicidad, el número 1 y el nombre del más grande. Intentar ponérmela es inútil, más de diez años y 30 centímetros han pasado, por lo que he de conformarme con viajar al pasado.
Los inicios del ‘Show’
Es 14 de abril de 1971, en Colombia ha nacido un niño cuyo nombre es Miguel Calero, el tiempo lo convertiría en leyenda. Fue creciendo y con él su gusto por el fútbol, el cual practicaba a diario hasta el punto de convertirse en profesional en el ya desaparecido Sporting de Barranquilla. Su posición, arquero, en la cual comenzaría a destacar por sus mañas, salidas y atajadas apoyadas de su imponente físico, lo que le haría acreedor al apodo de “El Show”.
Tales actuaciones lo llevarían al Deportivo Cali, donde militaría poco más de 5 años. En 1996, se coronaría campeón con los ‘Azucareros’, al empatar a 0 con su archirrival, el América de Cali, suficiente para ganar el Cuadrangular Final tras 22 largos años de no abrir las vitrinas. Calero era campeón de Colombia.
Miguel despega
Miguel no dejaba de destacar, cada jornada traía más y más actuaciones sobresalientes. ¿El resultado? Convertirse en el traspaso interno más caro de la historia del fútbol colombiano, hasta ese entonces. Sí, Atlético Nacional se hacía de sus servicios por poco más de un millón de dólares. Desquitó cada billete verde que pagaron con él. Vuelos inimaginables, pases para gol desde el área, carisma, todo en un solo hombre que se erguía como el referente del equipo para ganar la Liga en 1999, su segundo trofeo. Además, en 1998 tuvo la oportunidad de viajar con Colombia a Francia, a la última Copa del Mundo a la que los cafeteros han asistido hasta la próxima edición en Brasil.
‘El Show’ no pasaba desapercibido en el continente, la oficina del Atlético no paraba de recibir llamadas por él. Se dice que dos ofertas formales se concretaron, ambas satisfacían al club, la decisión era de Calero. Una llegaba procedente de Buenos Aires, el gigante Boca Juniors, con toda su historia y hegemonía. Del otro lado un pequeño equipo mexicano llamado Pachuca, que a pesar de ser el más antiguo, solo había logrado alzar la copa un año atrás, pero que mandaba la propuesta con la esperanza de que su proyecto a largo plazo convenciera al colombiano. Su destino era México, años más tarde los ‘xeneizes’ lo volverían a buscar sin éxito.
‘Cóndor’ Bicampeón
Calero se mudaba a una ciudad pequeña y airosa llamada Pachuca. Su debut fue infernal, ya que los Tuzos cayeron en casa 3-4 frente a los Diablos de Toluca, mas el arquero se levantó del golpe y afianzó su titularidad en la Bella Airosa. Los hidalguenses ya lo acogían como suyo.
Pasó el año futbolístico y tras disputar y caer en la final de Verano 2001 frente a Santos, Miguel partía hacia Colombia en el verano de 2001, ya que fue convocado para participar en la Copa América a celebrarse en su casa. A pesar de ser suplente, disfrutó como nadie levantar el máximo trofeo que la Selección Colombia ha ganado, al proclamarse campeones, tristemente, ante México frente a más de 40,000 personas. Pero el destino le tenía guardada otra sorpresa para fin de año…
Tras culminar como tercer lugar general y despachar al Atlante y Toluca en semifinales, Pachuca se presentaba en su segunda final consecutiva, esta ocasión Tigres era el rival. En el partido de ida el ya apodado ‘Cóndor’ fue fundamental para mantener la ventaja de 2-0 al detener dos disparos con etiqueta de gol. Para la vuelta Tigres se fue con todo al frente y conseguía empatar, pero un inquebrantableCalero “impresionó por su seguridad y salió ileso de alrededor de siete tiros muy difíciles que hubieran garantizado el triunfo de los Tigres”, destacaba la prensa de su país. ¡Pachuca era campeón por segunda vez en su historia! Y Miguel, junto al argentino Walter Silvani, eran los héroes del momento, ídolos totales en Pachuca.
Es el momento de la historia donde compro la ya citada playera, donde las gorras ya son símbolo del equipo y hasta el ‘Pachus’ se uniformaba de arquero.
El 2002 sería un año fatídico para la institución, ya que en ningún torneo logró clasificarse a la Liguilla.
Sin embargo, el ‘Cóndor’ se asentaba como héroe. En el último minuto decidió ir al área rival, ganó el salto con su gran físico y con un buen testarazo apoyado de su mítica gorra, lograba un tanto ante Jaguares de Chiapas, que equivaldría al empate en esa ocasión. Además, guió la victoria de los Tuzos en la Copa de Campeones de la CONCACAF, que sería su primer título internacional.
El segundo torneo de Liga para Calero llegaría en el Apertura 2003. Dirigido por Víctor Manuel Vucetich y ya encumbrado como el capitán y líder moral del equipo. El rival por el título nuevamente serían los Tigres y en un sucio partido Pachuca volvió a derrotar a los felinos. Los Tuzos celebraban con gran entusiasmo y en combinación con lo duro del partido, la afición Tigre no dejaría de mostrar su hostilidad hacia Calero, quien durante todas sus visitas al Universitario fue abucheado.
Los milagros sí existen, las vitrinas abren de nuevo
Clausura 2006. En vísperas de la Copa del Mundo, Pachuca nuevamente está ubicado en semifinales. En la ida de las mismas gana 1-2 en el Estadio Jalisco ante las Chivas, se espera que la vuelta sea muy disputada.
Para sorpresa de todos, a pesar de tener gran cantidad de jugadores concentrados con la Selección, Chivas da la sorpresa y al minuto 30 del segundo tiempo derrota 1-3 a Pachuca, dándole la vuelta al global (3-4).
Corría el minuto 36’ Pachuca estaba volcado al frente y Chivas cada vez generaba más peligro por medio de sus contragolpes, cuando en uno de ellos, ‘Bofo’ Bautista, ex-Tuzo, quedó mano a mano contra el colombiano, disparó y los grandes reflejos del cancerbero mantenían con vida al agonizante Pachuca.
Lo que pasaría 10 minutos después lo recuerdo a la perfección. Corría el minuto 45’, en casa todo era silencio y la impotencia se apoderaba de sus habitantes al ver como se le iba la semifinal a los ‘Tuzos’. Cuando de repente una voz rompió el silencio, mi tía, decía al resto de la familia: “Tranquilos, ahorita ganan, ¿qué no ven que los milagros sí existen?” Mi prima la miraba con incredulidad y negación, aludiendo que todo estaba finiquitado, nada nos salvaría de la eliminación y de repente…
Mi casa se volvía loca, Calero se volvía loco, el equipo se volvía loco, Martinoli se volvía loco (sí, más), el Hidalgo se volvía loco. Los abrazos de Martínez y Fassi, clara muestra de la emotividad vivida en el inmueble, Calero lo hacía de nuevo, salvaba al Pachuca y estábamos en la final gracias a la posición en la tabla.
Pero, un momento… ¡No fue Calero! Todo el estadio se fue con la finta de su épica celebración. Pero la repetición nos muestra que quien verdaderamente remata es su compatriota, Aquivaldo Mosquera quien sale en hombros del estadio. Fue Calero, no fue Calero, qué importa… los milagros sí existen.
Ya instalados en la serie por el título, Miguel no tuvo gran trabajo en una de las finales más aburridas que se recuerden, San Luis se quedó con las ganas. Un penalti de Richard Núñez daba el campeonato a los de la ‘Bella Airosa’. Miguel alzaba un título más. Continuará.

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