Hidalgo Sport. Francisco Lozada.- Con más pena que gloria, los Tuzos regresan esta semana a su guarida y a su realidad, tratando de buscar orden, pero ante todo efectividad en sus líneas, para tener el mejor cierre de la temporada, aunque ya no le alcance para asistir como invitado a la fiesta grande.
Sus 12 puntos que suma hasta la fecha 13, contra los 19 que lleva Querétaro en la zona de clasificación, le imposibilita cualquier esperanza de calificar, porque tendría que ganar todos sus partidos que le restan y que perdieran los equipos que están arriba del Pachuca.
Por lo tanto, sólo le resta a los pupilos de Enrique Meza ganar los puntos que puedan, pero ante todo, afinar los detalles de cara al siguiente torneo, ver qué jugadores se quedarán y pensar en los refuerzos que vendrán.
El panorama no es nada fácil para el técnico y menos para la directiva, porque son cuando menos tres temporadas en que los Tuzos han ido en decadencia, perdiendo la creencia de sus seguidores, también números en la porcentual, así como su ausencia en la liguilla.
Tal vez se trate de hacer un reestructuración más a fondo, como se ha hecho en anteriores torneos y que desgraciadamente no ha funcionado, porque el equipo sigue sin responder y menos los refuerzos que se han contratado.
En este caso, no ha sido el aspecto económico, porque se han hecho esfuerzos para firmar a jugadores de renombre, que se han convertido en baluartes productivos en otros equipos y que en el Pachuca no han terminado de convencer.
Ahí tenemos a Riascos, ex del Xolos, Ayoví, ex Monterrey, Ludueña, ex Santos o Cortés, ex Querétaro, que no han rendido un 50 por ciento de cómo lo hicieron en sus instituciones anteriores y que necesariamente tendrán que salir, un tanto devaluados, porque pocos se atreverán a negociarlos.
Esta es la realidad que se vive en el seno de los Tuzos, sin que haya de momento un futuro garantizado, porque el Profe Meza no ha podido aplicar sus conocimientos, porque los jugadores no quieren o no pueden.
Es obvio que ese silencio que ha guardado la directiva va a estallar en su momento, porque el equipo no puede caer más bajo, después de vivir una época de gloria que lo colocó como un ejemplo en el futbol mexicano y que de mucho sirvió esa imagen para hacer crecer su mercadotecnia.
Esta situación, lamentablemente ha contagiado a las fuerzas básicas, que en torneos anteriores también sumaron varios títulos y que ahora andan arrastrando la cobija, perdiendo esa efectividad que los caracterizó, demostrando muy poco el holandés Westernhoff.
Es decir, la limpia debe ser en todos los aspectos, porque los Tuzos y menos los aficionados o directivos merecen un equipo que ha ido de más a menos, cuando la gente de pantalón largo ha hecho lo necesario para armar un plantel espectacular, competitivo y ganador.
En charla reciente de Hidalgo Sport, con un directivo de casa, surgieron varios temas de lo que en realidad sucede internamente y que para nadie es un secreto, ante el reconocimiento de Enrique Meza, que tendrá la experiencia y los conocimientos, pero que no funcionan ante quien no quiere aportar lo suyo.