Hidalgo Sport. Omar Fares.- La temporada no ha sido la deseada para Chivas. Pareciera que el cambio drástico de timón a unos días de empezar el Torneo de Clausura 2013 fue un impacto difícil de asimilar.
El Guadalajara apenas pudo doblegar a un Pachuca que tampoco expuso argumentos para igualarlo.
La victoria de 1-0 le ayuda para ubicarse de nueva cuenta al octavo lugar, luego de que Pumas y Querétaro habían vencido.
Pero es obvio que a este Rebaño está muy lejos de su mejor versión.
Mucha transpiración, cero inspiración
En la cancha se nota a un equipo que se esfuerza por cumplir con las indicaciones de Benjamín Galindo, pero le cuesta ser preciso para alcanzar a elaborar jugadas. Se aciertan dos pases, pero se pierde el balón en el siguiente. Y a ello se agrega la ausencia de su creativo Marco Fabián, quien se encuentra lesionado.
En el afán conseguir un equilibrio y coordinación en sus líneas se cae en la desesperación, no logra aumentar la ventaja que consigue.
La tarde de este domingo, con la misión de vencer a Pachuca para no rezagarse de la zona de clasificación, se notaba angustiado, desesperado.
Los jugadores que deben establecer la diferencia no alcanzan su nivel óptimo. Jesús Sánchez, ni el Cherokee Pérez por derecha son incapaces de conectarse, Luis Morales acelera el paso por la izquierda, pero es tal su velocidad que deja el balón atrás de él. Adrián Cortes, quien sustituyó a Miguel Ponce de último momento por una infección en las amígdalas, no podía detener a Óscar Rojas ni a Héctor Herrera. En la media cancha, Luis Pérez, quien en sus años dorados con Necaxa y Monterrey era un tipo creativo y visionario, ahora se aprecia lento para decidir.
Pese a todas las circunstancias, el Rebaño logró ponerse en ventaja en una buena jugada que logró concluir. Cortes le puso un balón a Jesús Sánchez por izquierda, centró, y Márquez Lugo recibió para enviar un disparo potente pegado al poste izquierdo de Rodolfo Cota. El balón pegó en la base y dramáticamente se paseó por la línea amenazando con salirse, pero finalmente besó las redes para el 1-0.
Con todo a su favor para manejar el juego, Chivas se complicó con un rival que ofreció poco porque de la misma manera sus elementos inteligentes como Emanuel Ludueña y Fernando Cavenagui simplemente flotaban en la cancha. Ángel Reyna, ese delantero americanista que tanto se inspiraba al enfrentar al Rebaño, ahora era un buen adorno.
En el primer tiempo, luego del 1-0 cortesía de Márquez Lugo, los Tuzos dieron síntomas de una insurrección ante una defensa rojiblanca que lucía frágil. Pero Luis Michel siempre estuvo atento.
Para la segunda parte, los 23 mil aficionados en el estadio Omnilife esperaban más intensidad, mayores emociones, pero lo que presenciaron fue una batalla sorda en la media cancha, sin que los cambios que hizo Galindo ofrecieran una opción de revolucionar el ritmo semilento.
Márquez Lugo, y sobre todo Miguel Sabah estaban totalmente aislados. Al igual que el resto de sus compañeros corrían y disputaban con furia cada balón. Pero todo era transpiración y cero inspiración.
Ahora Chivas deberá ajustar los puntos finos para tratar de llegar lo mejor posible ante el súper líder Tigres. Y después para recibir a su odiado rival deportivo. el América.