Hidalgo Sport. Medio Tiempo.- Fue en el 2005 cuando la ciudad de New Orleans quedó bajo las aguas del Huracán Katrina y luego de una recuperación anímica y económica, siete años después, el Mercedes-Benz Superdome será sede por séptima ocasión del evento deportivo más importante en los Estados Unidos, el Super Bowl -en su edición XLVII-, siendo el inmueble que más veces ha recibido tal evento.
Las cifras son catastróficas y espectaculares. La población de la ciudad del jazz se redujo de medio millón de personas a 255 mil. Katrina se convirtió en el desastre natural más letal en la historia de Estados Unidos, cobró mil 800 vidas y tuvo una consecuencia económica aproximada de 108 billones de dólares.
La imagen del Superdome con el techo desprendido recorrió el mundo; las historias desgarradoras de la gente sin casa conmovieron a más de uno. Pero, después de tanto caos, ¿cómo se encuentra la ciudad, y cuál ha sido el motor para seguir adelante?
En el pasado, “Hollywood del Sur” tenía pocos puntos brillantes en el deporte, muchos de estos equipos fallaron en la meta de llegar a las instancias finales. Los New Orleans Saints fueron por mucho tiempo el hazmerreír de la NFL. Los Hornets en la NBA son un equipo “nuevo” y sólo tienen un título de división en su haber. Luego de la depresión anímica en la que cayó la entidad, la suerte dio un giro de 180 grados.
Un 25 de septiembre, y después de una inversión de 185 millones de dólares, el Superdome reabrió sus puertas para que la población pudiera disfrutar de sus Saints. Un estadio con cerca de 35 años de historia se ha ganado, en muy poco tiempo, su lugar entre los mejores de la nación. Después de su apertura en el 2006, otra remodelación estaba a la vuelta de la esquina. Ésta se dividió en tres fases y tuvo un costo de 320 millones de dólares.
El inicio del 2008 no pudo empezar mejor para la ciudad ubicada en el Estado de Luisiana. En los dos primeros meses recibieron dos eventos de primer nivel para el deporte en los Estados Unidos.
El primero de ellos fue el BCS National Championship de la NCAA en el Superdome entre los locales, LSU (Universidad Estatal de Luisiana), y Ohio State. Para la alegría de la grada local, los Tigers comandados por Matt Flynn (hoy QB de los Seahawks) y Ricky Jean-Francois (ahora DT de los 49ers) vencieron 38-24 a sus rivales.
El segundo fue el Juego de Estrellas de la NBA que se disputó en el New Orleans Arena. Estrellas como Allen Iverson, Kobe Bryant, Yao Ming, Chris Paul, LeBron James y Dwight Howard, brillaron y representaron lo mejor de las Conferencias ante 17 mil 271 personas. “El Rey” James ganó el premio al Jugador Más Valioso (MVP) y la Conferencia Este derrotó 134-128 a la Oeste.
Estos eventos volvieron a poner a New Orleans en la mira de la sociedad americana. El Director de la Fundación de Deportes de esa entidad, Jay Cicero, admitió que el BCS Championship y el Juego de Estrellas de la NBA, además de la remodelación del estadio, fueron fundamentales para que la ciudad pudiera albergar el Final Four (Mejores cuatro Universidades en el basquetbol colegial) y un Super Bowl, después de nueve años sin recibirlo.
“Ha sido una parte fundamental en todo el proceso y será una parte fundamental para que New Orelans pueda recibir próximos eventos”, dijo Cicero.
El BCS Championship volvió a tocar el Mercedes-Benz Superdome en el 2012. De nueva cuenta los LSU Tigers llegaron al juego grande, ahora ante su archirrival, Alabama. En esta ocasión el final no fue feliz, ya que el Crimson Tide (Alabama) venció de manera contundente a LSU por un marcador de 21-0.
En el mes de marzo del mismo año, los principales prospectos del basqutbol universitario pisaron tierras “santas” para disputar el Final Four. Kentucky, con su estrella, Anthony Davis, brilló por encima de los demás y se llevó el trofeo a casa.
Davis terminó su carrera colegial en el Superdome para dar el paso a la NBA, donde el destino le tenía preparado quedarse y defender la camiseta de los Hornets.
El Superdome ha sido pieza fundamental de toda la recuperación. Ha sido el centro de esperanza y crecimiento que necesitaban los habitantes; ha recibido a toda una población en tiempos difíciles y despegaron juntos para un nuevo inicio. Ahora, New Orleans es uno de los centros de élite para el deporte estadounidense y todavía le falta recibir otro BCS Championship y Juego de Estrellas de la NBA.
El próximo domingo 3 de febrero, millones de ojos alrededor del planeta se posarán en el Superdome para el duelo de Ray Lewis y sus Ravens, contra Frank Gore y los 49ers. Es tiempo de que la ciudad demuestre el crecimiento, la fiesta, el colorido, la música y el jazz que caracterizan a “The Big Easy”. El desfile y collares están esperando con los brazos abiertos a los fanáticos de la NFL.