Notre Dame y Alabama, por la NCAAF

Hidalgo Sport. AP- En ocasiones, el preámbulo de un juego puede acabar eclipsando lo que ocurre en el campo.
Ciertamente, Notre Dame —número uno— y Alabama —número dos— tendrían que disputar todo un clásico para estar a la altura de la inmensa expectativa que rodea el partido por el Campeonato Nacional Universitario de futbol americano de Estados Unidos, a realizarse el lunes por la noche.
Antes de que ambos equipos pisaran el terreno de juego en el sur de Florida, el encuentro se estuvo perfilando como uno de los más esperados en años.
Los dos programas de futbol universitario más laureados, glorificados en películas y canciones, enfrentándose por el premio mayor.
“En definitiva no es cualquier otro juego”, dijo el linebacker de Alabama C. J. Mosley.
Para los Crimson Tide de Alabama (12-1), ésta es una oportunidad de ser recordados como una dinastía sin discusión.
Alabama busca su tercer Campeonato nacional en cuatro años y convertirse en la primera escuela que gana títulos consecutivos del BCS, un logro admirable dada la cada vez más creciente paridad en el juego universitario y después de haber tenido que reemplazar a cinco jugadores el equipo ganador del año pasado, todos seleccionados en las primeras dos rondas del draft de la NFL.
“Siendo honestos, pienso que este equipo ha superado de alguna manera las expectativas”, dijo el domingo el entrenador en jefe Nick Saban. “Si uno observa a todos los jugadores que perdimos el año pasado, el liderazgo que perdimos … estoy realmente orgulloso de lo que este equipo ha sido capaz de lograr”.
Dicho eso, no es una gran sorpresa encontrar a Alabama jugando por otro título. Ese no es el caso respecto a Notre Dame.
A pesar de su legado impresionante, los Fighting Irish de Notre Dame (12-0) ni siquiera estaban preclasificados al inicio de la temporada. Pero victorias en tiempo extra sobre Stanford y Pittsburgh, combinadas con otros tres triunfos por un touchdown o menos, dieron a Notre Dame una oportunidad para obtener su primer título nacional desde 1988.
Después de tantos años perdidos, Notre Dame ha reivindicado su brillo en la tercera temporada del entrenador en jefe Brian Kelly.