Hidalgo Sport.- Sandra Sierra, esposa del ex portero Miguel Calero, fallecido el pasado 4 de diciembre a causa de una trombosis cerebral, publicó una carta en el portal del Club Pachuca para agradecer las muestras de apoyo que la afición de los Tuzos le hizo al colombiano durante su hospitalización y durante el homenaje que le hizo la Directiva en el Estadio Hidalgo.
Antes de que su cuerpo fuera cremado, Calero fue despedido por unos cinco mil aficionados en una misa en la cancha del estadio Hidalgo, cancha en la que dejó 10 títulos en poco más de 10 años defendiendo la casaca del equipo hidalguense.
AQUÍ EL TEXTO ÍNTEGRO:
Cuando de repente te azota y te sacude el dolor, como en mi caso, que he perdido a la persona que ha estado a mi lado por 27 años, mi esposo Miguel Calero, que era mi compañero, mi confidente, mi cómplice, mi amigo, mi consejero, mi ídolo y mi maestro. Cuando de repente todo esto se te va, TE DOBLEGAS.
Hoy con mis ojos anegados en lágrimas, me dirijo a ustedes, para agradecerles sus oraciones y apoyo mientras luchaba por su vida, y ahora cuando ya no está.
Aún resuenan en mi mente los aplausos y ovaciones de todos sus seguidores en el Auditorio Gota de Plata y en el Estadio Hidalgo, despidiéndolo como él hubiera querido. Con sus mensajes de despedida y sus mensajes de gratitud, los gritos de las personas llorando y gritando el ¡¡¡VENGA CALERO!!!
No me cabe duda que él está feliz y satisfecho. Porque sabe que depositó en cada uno de nosotros un ejemplo de vida, ya que su frase favorita era: “EL QUE NO VINO A ESTE MUNDO PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.
Y eso hizo Miguel, sirvió a cada una de las personas que en su momento lo necesitó.
Siempre ayudaba al más débil, era solidario, le gustaba el trabajo en equipo, confiaba en los demás, siempre limaba asperezas que se encontraba en el camino, y sus palabras que siempre lo caracterizaron eran ÁNIMO y FUERZA, fueron estos valores los que nos deja hoy Miguel.
Tenía la virtud de hacer la vida fácil a su alrededor, y luchaba para que viviéramos felices cuando estábamos con él.
Sus hijos fueron la bonanza de su vida, les trasmitió siempre una enorme fortaleza, un espíritu de lucha y amor por los demás. Esa sin duda, es la herencia más grande que me ha dejado.
En mi nombre, el de mis hijos y mi suegra, les damos las gracias a todas las personas que nos acompañaron y estuvieron siempre pendientes de su evolución y hasta el día de su muerte.
A la hinchada del Pachuca MIL Y MIL GRACIAS por amar, respetar y acompañar a mi esposo hasta la última hora, ya que no escatimaron en sus muestras de afecto, tanto en sus épocas de jugador cuando ganó todo, como hasta hoy que ya no está.
Fue muy conmovedor verlos caminar por todo el Boulevard Colosio, hasta el Memorial la Paz, para despedirlo.
Les agradezco de corazón sus muestras de amor para mi esposo, les aseguro que Miguel quería eso, que lo despidieran como lo que él era, un grande.
MIL Y MIL GRACIAS. En muestra a ese amor que lo unía a ustedes con él, mis hijos y yo nos quedamos definitivamente a vivir en Pachuca como era su deseo.
Atentamente SANDRA SIERRA DE CALERO.+