Hidalgo Sport. Medio Tiempo.- En duelo de felinos, el rugido del rey de la selva sonó más fuerte. Aprovechándose de su gran momento y de un cuadro mermando enfrente, León derrotó fácilmente a los Tigres 2-0.
Sin duda las emociones están adheridas al ADN de este León de Gustavo Matosas. Muchos aficionados no tuvieron tiempo de sentarse en sus lugares para gritar el primer gol del cotejo.
Apenas a los dos minutos, un buen desborde por izquierda de Sebastián Maz hizo ver mal a la improvisada defensa de Tigres, ya que el uruguayo se quitó fácilmente a René “Manitas” Zamora, para poder quedar libre, levantar la cabeza y ponerle un “dulce” a su compatriota Matías Britos, quien, de “palomita”, conectó el esférico para marcar el 1-0, y con ello el rugido de gol en el Nou Camp.
Ya con la ventaja obtenida desde temprano, León siguió intentando, pero en numerosas ocasiones fueron pillados en fuera de lugar los atacantes Esmeraldas. A la postre, Tigres se asentó mejor en la cancha, recuperó un poco más el balón, pero nunca fue certero en la última zona del terreno de juego.
La indicaciones desde la banca de Ferretti eran claras, pero mal ejecutadas. Por más que los regios abrieron la cancha por izquierda con Damián Álvarez, y por derecha con Francisco Acuña, nunca pudieron serviles un balón a modo a sus compañeros que esperaban en el corazón del área.
El primer tiempo no se escurriría sin una jugada polémica. Al 34’, en un contragolpe ejecutado por los “Panzas Verdes”, Matías Britos se le anticipó a Manuel Viniegra dentro del área tras un pase largo, en donde el delantero cayó al trompicarse con los pies del volante auriazul, siendo este un motivo suficiente para que Erim Ramírez decretara la pena máxima. Ya desde los once pasos, Sebastián Máz puso el 2-0 con el que se fueron al descanso.
Para el complemento la tónica fue similar de arranque. Un León no conforme con la ventaja salió a comerse a los Tigres, pero la falta de contundencia evitó tales acontecimientos.
SAN LUIS Y ATLANTE EMPATARON A DOS
Bocanada de oxígeno fue lo que recibieron los Potros de Hierro del Atlante gracias al agónico empate de 2-2 que consiguieron en casa del San Luis, que por su parte sigue metido en una seria crisis de resultados.
La escuadra potosina, dirigida por Alex Aguinaga, dejó ir uno de esos triunfos que pueden servirle para tomar confianza y así entrar al cierre del torneo en busca de más puntos para tener mayor tranquilidad en el tema del descenso.
Apenas arrancado el encuentro, Luis Mendoza puso contra la pared al Atlante. Se cumplía el minuto 3 cuando el mediocampista abrió el marcador definiendo sin problemas un servicio medido por parte de José Antonio Castro.
Ese golpe de inicio dejó tambaleante al conjunto conducido por Ricardo Antonio La Volpe, que poco pudo hacer para revertir la situación, pues a partir de entonces el local manejó a placer su ventaja sin arriesgar.
Bien repartidas las funciones defensivas y siempre con la intención de atacar en cuanto tuviera el balón, el San Luis fue poco a poco sobrellevando las acciones, metiendo en su ritmo al rival para cerrarle todos los espacios.