Erick Ortiz, Ejemplo de la Vida y del Deporte

Hidalgo Sport. Alam González.- La discapacidad física es un problema difícil de superar, y se vuelve aun más complicado cuando es debido a un accidente. Pero tenemos ejemplos que día a día nos demuestran que podemos salir adelante, sin importar nuestras condiciones.
El joven hidalguense Erick Ortiz es un claro ejemplo de esto.
Nació el 14 de agosto de 1993 en México D.F., pero desde muy pequeño comenzó a vivir en Acayuca, Hidalgo.
Aún siendo un bebé le ocurrió un hecho que cambió su vida para siempre. Teniendo tan sólo 11 meses de edad sufrió un accidente automovilístico que le propicio una lesión medular completa a nivel t-6, que desde temprana edad lo postró en una silla de ruedas.
A partir de ahí su vida transcurrió entre hospitales, centros de rehabilitación y terapias, pero gracias a sus padres Elizur Ortiz Arenas y María Luisa Jiménez Meza, logró salir adelante y no rendirse ante tan difícil situación.
Cuando intentó ingresar a la escuela tuvo que pasar por muchas dificultades, debido a que no lo aceptaban en las escuelas públicas, pero sus padres hicieron el esfuerzo de inscribirlo en un kínder privado, siempre viendo por el bienestar del niño.
Erick se fue abriendo paso en su vida escolar, al principio con muchas dificultades, pero gracias a sus amigos y su familia logró ser un buen alumno.
Mientras estudiaba el bachillerato, visitó al doctor de rehabilitación pulmonar del TELETON, que le recomendó practicar algún deporte debido a su buena capacidad respiratoria.
Lo canalizaron con el profesor Abraham, en el TELETON y empezó a entrenar carreras de velocidad, ya que este deporte le llamaba la atención debido a acercamientos anteriores con Jairo Montoya.
Después de un tiempo, durante una captura de talentos del InHiDe, Irma Martínez y el profesor Carrasco lo invitaron a entrenar al Centro Estatal de Alto Rendimiento.
Comenzó a entrenar con el profesor Félix en una silla de hospital, debido a que no tenía una silla especial para la pista, pero cuando Jairo llegó a entrenar le prestó una y entrenaron juntos un tiempo.
Erick se preparaba para su primera paralimpiada, entrenando con la silla prestada por Jairo pero solo podía entrenar una o dos veces a la semana, por sus compromisos en la escuela.
En su primera Paralimpiada Nacional en 2010, logró un cuarto lugar que lo motivó a seguir buscando mejorar y cumplir el sueño de ganar una medalla.
Por cuestiones de tiempo no pudo seguir entrenando con Jairo, pero siguió entrenando solo o con ayuda del profesor Félix, buscando más preparación para su siguiente competencia.
Después de un duro año de trabajo, Erick llegó a su segunda Paralimpiada, donde conquistó bronce en 100 metros y 2 oros, en 200 y 400 metros, respectivamente, cumpliendo así su meta.
Pero venían más retos para este joven, pues necesitaba conseguir una silla propia, ya que es recomendable que sea a la medida de cada persona para poder sacarle el mayor provecho, pero no es nada fácil conseguirlas debido al precio, que ronda los 40 mil pesos.
Después de tocar muchas puertas, logró el apoyo de la fundación Sólo Por Ayudar y del DIF municipal. Consiguió su silla de pista días antes de su tercer paralimpiada, y debido a que no pudo entrenar mucho en ella, no logró los resultados deseados. Se colgó dos medallas de plata en 200 y en 400 metros
Actualmente Erick entrena en el estadio Revolución, aunque es complicado debido a que le queda lejos y a que las personas que corren ahí, le complican la movilidad.
Al contar con el apoyo incondicional de sus padres, su hermano y sus amigos; Erick sigue saliendo adelante, no solo en el deporte, ya que es un campeón que ha vencido a la vida.