Carlos Slim, el Hombre que Llega al Balompié

Hidalgo Sport. ESPN.- Era 2010. Después de una junta de negocios en Barcelona, Carlos Slim fue invitado a conocer el club más exitoso de los últimos años. Aceptó. Se reunió con la directiva, a la que incluso aconsejó económicamente. Las palabras del magnate derivaron en que la camiseta del Barcelona cambiara nuevamente.
Jorge Martínez, el periodista que escribió la biografía más seria de Slim, cuenta la anécdota: “El patrocinio al frente de su camiseta antes era del UNICEF, no cobraba nada, con fines benéficos y ahora traen lo de la Fundación Qatar. El Barcelona cobra una fortuna por eso y lo que cobran se lo pasan a UNICEF; eso se los dijo Slim”.
En una entrevista con la agencia Bloomberg, Slim dijo que no era aficionado del futbol, porque no tenía suficientes números para enamorarlo. Tuvo una experiencia marginal en la liga profesional, cuando estuvo en el patronato de los bicampeones Pumas de 2004. Ahora está involucrado nuevamente con esa institución.
Sergio Bernal, el portero de aquel equipo que levantó dos trofeos, recuerda: “Estaba en todos nuestros partidos. Sigue apoyando al equipo. Sé que le gusta el automovilismo, el beisbol, también es fanático de muchos deportes. Se acercó dos veces a darnos su apoyo total, incondicional”.
La otra experiencia del multimillonario con el futbol fue iniciativa de su fallecida esposa Soumaya. Es la Copa Telmex, donde en 14 años han participado más de un millón 300 mil mexicanos.
Federico González es el presidente de ese evento masivo: “Sí le gusta el beisbol. Le va a los Yanquis, pero siempre nos ha apoyado, pero también le va a los Pumas y nos ha apoyado siempre en la Copa Telmex. Para este año esperamos tener alrededor de 14 mil equipos y una participación de 250 mil jugadores, hombres mujeres y jóvenes”.
La fortuna de Slim creció exponencialmente en dos décadas. La primera vez que apareció en la lista de Forbes, en 1991, tenía mil 500 millones de dólares. Para 2001 ya eran 10 mil y la más actualizada es de 60 mil millones.
Ahora el magnate tiene otra estrategia de juego. Como buen hombre de bat y pelota está obsesionado con el triple play, una jugada que sumaría la televisión a su larga lista de negocios. Y aunque varias veces sostuvo que el futbol no tenía números suficientes para enamorarlo la compra de Pachuca es interpretada como un caballo para conquistar Troya.
Expertos en telecomunicaciones, como Jorge Negrete, opinan que “El grupo América Móvil hace inversiones de manera muy discreta, de manera muy analítica. Lo podemos ver con las inversiones en Europa que acaba de realizar. No llega a tomar el control de las empresas. Hay un socio que es el que opera y ellos entran como inversionistas”.
Por su parte, Jenaro Villamil, reportero de la revista Proceso, completa: “Slim es un empresario aguerrido que no sólo se queja. Él ya está de facto en el Triple Play”.
Slim practicó futbol americano, natación, beisbol y tauromaquia, con la suerte del tancredo.
Ha patrocinado una gran variedad de deportes: boxeo, futbol americano, disciplinas amateur, basquetbol, tenis y, por supuesto, al automovilismo, que recientemente lo llevó a la Fórmula 1.
Pero nunca en su verdadero amor.
“En una ocasión le ofrecieron un equipo de beisbol de Estados Unidos. Creo que los Medias Rojas de Boston y me comentó: no voy a hacer de mi afición favorita un negocio. Prefiero no comprar”, concluye Martínez.