Hidalgo Sport. AP.- Johnny Pesky, quien paso con los Red Sox de Boston la mayor parte de sus 60 años en el béisbol profesional y fue muy querido por los aficionados del equipo, ha fallecido. Tenía 92 años de edad.
Pesky murió el lunes en la casa para enfermos terminales Kaplan Family Hospice House en Danvers, según la agencia funeraria Solimine, Landergan and Richardson, en Lynn, la cual no proporcionó la causa del fallecimiento.
Pesky apareció en el Fenway Park el 20 de abril cuando los Red Sox celebraron el 100 aniversario del estadio. El equipo invitó a todos sus ex jugadores, y Pesky se conmovió hasta las lágrimas durante la ceremonia previa al juego.
“He tenido una buena vida con el club de béisbol”, dijo Pesky a The Associated Press en 2004. “Simplemente traté de ayudar. Comprendo el juego, he estado vinculado al estadio de béisbol toda mi vida”, comentó.
Pesky, quien bateó en su carrera para promedio de .307, fue jugador, manager, locutor, y más recientemente un instructor especial de Boston. Extraoficialmente se desempeñó como embajador de buena voluntad del club.
Hasta los últimos años, pareció siempre presente e el campo de entrenamiento de primavera de los Red Sox en Fort Myers, Florida, y en el Fenway, donde siempre tenía unos minutos para conversar con aficionados y aún conservaba el conocimiento para instruir a los jugadores a sus avanzados ochenta y tantos años.
Su legado es una parte permanente del Fenway con el Pesky Pole, el poste sobre la línea de foul del jardín derecho.
Además fue compañero de equipo y amigo de Ted Williams, miembro del Salón de la Fama, quien falleció en 2002.
A pesar de que Pesky fue uno de los peloteros queridos por generaciones de jugadores y aficionados, aún tiene su propio lugar de notoriedad en la historia de los Red Sox, un lugar que muchos piensan es inmerecido.
Pesky fue culpado a menudo por haber retenido la bola durante una fracción de segundo mientras Enos Slaughter realizaba su famoso “Mad Dash” desde la primera base para anotar la carrera de la victoria de los Cardenales de San Luis sobre los Red Sox en el séptimo juego de la Serie Mundial de 1946.
Con la pizarra empatada a 3-3, Slaughter inició la parte baja de la octava entrada con un sencillo. Con dos outs, Harry Walker conectó la bola al jardín central. Pesky, quien jugaba en las paradas cortas, tomó el tiro del jardinero Leon Culberson y, según las crónicas de algunos periódicos, vaciló antes de disparar al pentágono. Slaughter, quien no se detuvo ante la señal de que parara en la tercera base, llegó a salvo al plato y los Cardenales se coronaron.
Pesky siempre negó haber vacilado en la jugada, un análisis de la filmación parece respaldarlo, pero el mito persistió.
“En mi corazón sé que no retuve la bola”, dijo alguna vez Pesky.