Hidalgo Sport.- Francisco Lozada.- Nuestro estado cumplió con creces en los Juegos Olímpicos de Londres, donde estuvo representado por dos personajes nacidos en Omitlán y otro en Calnali, Hidalgo, respectivamente, un deportista y un entrenador triunfadores, convertidos en un orgullo y en un ejemplo.
Nabor Castillo Pérez e Iván Bautista Vargas, son estos personajes, que pusieron en alto el nombre de México y a Hidalgo, en una justa que representa el máximo logro para cualquier atleta o entrenador.
Aunque el judoca, Nabor tuvo la fortuna de pasar bye y ganó su segundo combate a Khom Ratanakmony (Camboia), cayó en su tercer duelo ante el italiano Elio verde y ahí se esfumaron las esperanzas de colgarse una presea.
Sin embargo, su actuación en el tatami fue reconocida, por quienes presenciamos sus combates, por su esfuerzo y entrega en sus dos presentaciones, donde se gana o se pierde, por un mínimo detalle.
Y, eso le pasó a Nabor, quien fue superado por el italiano, hasta inmovilizarlo con las piernas, para dejarlo al margen de la competencia, ante la impotencia moral del mexicano, que terminó con lágrimas en los ojos.
El lado contrario de la moneda fue para el entrenador de clavados, Iván Bautista, después que sus pupilos, Iván García y de Germán Sánchez, dieran la primera medalla de plata a México en los Juegos Olímpicos de Londres.
Obvio, que el reconocimiento en el momento es para los protagonistas que suben al podio para colgarse la presea y el entrenador se convierte en un héroe anónimo, pero en el fondo es parte fundamental de estas conquistas.
Por cierto, es importante mencionar que la multimedallista en Olimpiadas Nacionales, y ahora medallista en Londres, Alejandra Orozco, es una de las más productivas para el estado de Jalisco, donde entrena con Iván Bautista, en las instalaciones del CODE.
Estos dos personajes ya forman parte de la historia del deporte hidalguense, porque pocos son los que tienen el privilegio de asistir a unos Juegos Olímpicos, ya que van únicamente los mejores del mundo y aunque las medallas representan la culminación, esta vez, Nabor quedó a deber el metal, pero ganó lo mejor, el reconocimiento de los mexicanos.
Afortunadamente es joven y tiene un futuro por delante, mientras que Iván tendrá el compromiso de hacer repetir su hazaña a sus pupilos actuales y otros que lleguen. La vida sigue y los retos también.