Hidalgo Sport. ESPN.- Aldo de Nigris, autor este fin de semana de las dos anotaciones del Monterrey en su triunfo sobre Tigres, se ha convertido en el delantero mexicano del momento en la liga de su país, y con goles ha podido alejar los aires de tristeza que hace más de dos años amenazaron con amargar el resto de su vida.
A finales del 2009, De Nigris sufrió lo que entonces asumió como un golpe bajo del destino, la muerte repentina de su hermano Antonio, quien jugó en el Villarreal de la liga española y era su figura a seguir para cumplir el sueño de ser un futbolista exitoso.
Al recibir la noticia, Aldo repitió que nadie se va a ningún lado y comenzó a comportarse como si su hermano estuviera siempre a su lado y le pasara las claves para entrar al área por el lugar indicado y así poder anotar de la mejor manera.
El 21 de noviembre de 2009, cinco días después de la tragedia, Aldo se apareció en los cuartos de final del torneo Apertura y en el minuto 48 anotó el gol de la victoria ante América.
Mientras la mitad del estadio gritaba y otra parte lloraba por el simbolismo humano del gol, Aldo interpretó su actuación como el inicio de una nueva etapa de su existencia en la que sólo podía honrar a su hermano si jugaba con alegría en favor del Monterrey, el club en el que Antonio anotó 37 goles.
En las semifinales de aquel año fue el héroe del equipo con dos de goles decisivos y en la final contra Cruz Azul sumó una diana más para convertirse en una de las figuras de mejor rendimiento en la conquista del título.
Con un disparo de cabeza letal, inteligencia para moverse en el área, velocidad y una gran capacidad física, De Nigris ha sido desde entonces uno de los atacantes mexicanos de mejor rendimiento y en el 2010 fue llamado a la selección nacional, en la cual se confirmó el año pasado con cuatro goles que ayudaron a México a ganar el título de la Copa Oro.
En ese torneo, Aldo se creó sus propias oportunidades en un conjunto en el que la figura era el goleador del Manchester de la Liga Premier Javier Hernández y a partir de ahí se acostumbró a diseñar su propio camino, aún sin ser el mejor de su equipo.
Este año el Monterrey exhibe una dupla letal con el argentino César Delgado y el chileno Humberto Suazo; podía pensarse que es imposible brillar entre dos jugadores tan importantes, pero De Nigris entendió hace rato que no compite contra ellos.
Su insistencia en jugar alegre le permitió acoplarse a los dos sudamericanos y hoy no sólo es el mejor goleador del equipo, sino el tercero del Clausura 2012, con nueve dianas, una menos que los punteros.
Ahora que es candidato a disputar el ciclo hacia el Mundial de Brasil-2014, Aldo de Nigris sigue celebrando los goles con un gesto de complicidad con “alguien” en el cielo. No se sabe si hay algo de real en eso, pero en todo caso él lo cree y así ha espantado la tristeza, lo cual es una de las cosas para las que mejor sirve el fútbol.